coronaVIVOS. Una producción de danza-teatro con Soundpainting
Autor: Pau Monfort Monfort
| Centro educativo: | CEIP Cervantes (Castellón). |
| Curso o nivel: | 4º, 5º y 6º de primaria. |
| Duración: | 4 meses. |
| Agentes implicados (dentro o fuera del centro): | Maestro impulsor (especialista en educación musical y educación plástica y visual). Artista invitada (Angélique Cormier). |
Contexto educativo
El CEIP Cervantes es un centro de una línea situado en el centro de Castellón de la Plana. La degradación urbanística del barrio donde se encuentra y el traslado de las familias de nivel socioeconómico medio a zonas de la ciudad de nueva construcción ha hecho que el centro haya experimentado un cambio progresivo en la composición del alumnado. Actualmente, la mayoría de los niños son provenientes de familias migrantes y de nivel socioeconómico bajo.
Este proyecto se llevó a cabo en el curso 2020-2021, en medio de las restricciones producidas por la pandemia de la COVID-19. Debido a la reorganización para reducir las ratios por aula, en el centro se crearon grupos de alumnado heterogéneo e internivel. El proyecto se hizo con dos de estos grupos, que mezclaban alumnado de tres cursos (4.º, 5.º y 6.º de primaria). La duración del proyecto fue desde el inicio de curso hasta finales de enero. Las dificultades para llevar a cabo actividades de movimiento y de interpretación musical dentro de las aulas (imposibilidad de reorganizar el espacio de las aulas, uso de mascarillas, restricciones en cuanto a desinfección y uso de instrumentos musicales, etc.) hicieron que surgiera la idea de elaborar un proyecto interdisciplinario que se desarrollara al aire libre. Además, la necesidad del alumnado de gestionar el parón emocional producido por la crisis sanitaria vehiculó, casi de manera inevitable, la elección de la temática hacia todo lo relacionado con la pandemia. Por este motivo, el proyecto tomó forma de tríptico, de manera que se pudiera reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro de aquella situación que angustiaba tanto al alumnado.
Descripción del proceso
coronaVIVOS es una producción audiovisual de danza-teatro elaborada haciendo uso de Soundpainting. El Soundpainting es una lengua de signos para la creación multidisciplinaria en vivo creada por Walter Thompson en 1974 (Thompson, 2009). Se trata de un recurso creativo y didáctico de gran potencial que permite componer en directo y con diferentes disciplinas a la vez: artes plásticas y escénicas, música, danza, etc. Por ejemplo, con el gesto Long Tone («tono largo») podemos indicar que los músicos interpretan una nota de duración larga, sin especificar la altura o la intensidad del sonido. Este mismo gesto, sin embargo, sirve para indicar un movimiento fluido y continuo para las bailarinas y bailarines, o una línea continua para los artistas plásticos. Para aprender más sobre esta lengua de signos y ver performances, podéis consultar el canal de YouTube de Walter Thompson (https://www.y outube.com/@walterthompson2334).

Figura 1. El docente, empleando la lengua de signos Soundpainting para hacer indicaciones en la creación escénica
Fuente: Pau Monfort.
Haciendo uso de esta herramienta, junto con el alumnado de 4.º, 5.º y 6.º de primaria se diseñó una coreografía en forma de tríptico: el pasado, el presente y el futuro de la pandemia sirven como eje temático para estructurar la obra, construida sobre música de compositores de los siglos XX y XXI, y con inspiraciones en la danza contemporánea, la performance y el cruce entre artes plásticas y el movimiento.
La idea inicial del proyecto partía de tres premisas: que trabajara las artes plásticas, la danza y la música de manera integrada; que no fuera un proyecto únicamente centrado en las artes, sino que tratara un tema elegido por el alumnado, desarrollado a través de las artes; y que el Soundpainting fuera la herramienta para articular esta conexión. Como inspiración para los estudiantes, sirvió de gran ayuda la visualización del documental Five Days to Dance (2014), dirigido por José Andreu y Rafa Molés, que recoge la experiencia de dos coreógrafos llevando a escena una coreografía en cinco días con alumnado de secundaria sin experiencia en artes escénicas.
Una vez acordada nuestra temática, se decidió dedicar una parte de la coreografía a cada momento de la pandemia (pasado, presente y futuro, como ya se ha dicho) y, después, se hizo una lluvia de ideas que sirvió para recoger conceptos, palabras o hechos que pudieran ayudar a inventar los movimientos.

Figura 2. Recopilación de ideas y conceptos para tejer la propuesta escénica
Fuente: Pau Monfort.
Para introducir al alumnado en el lenguaje de Soundpainting y en la danza contemporánea, se dedicaron las primeras semanas del curso a hacer juegos y ejercicios para aprender los signos y ganar confianza corporal. La coevaluación por rúbrica les animó a practicar tanto el rol de intérprete como el de Soundpainter, que es la persona que dirige y compone la creación haciendo uso de los gestos. Aunque en el producto final el rol de Soundpainter estuvo únicamente a cargo del docente, durante las sesiones de aprendizaje también se dio la oportunidad al alumnado de practicar en esta posición. El objetivo principal de estas sesiones era transmitir la idea de que no importa la experiencia previa: todo el mundo tiene capacidad para moverse y expresar ideas con el movimiento.
Antes de iniciar el proceso de creación de la coreografía, se propuso al alumnado una selección de tres obras de música contemporánea (una por movimiento) siguiendo criterios de duración, carácter y contenido programático de la producción: Turangalîla- Symphonie d’Olivier Messiaen, Aguas de Amazonía de Philip Glass y Sensemayá de Silvestre Revueltas. Tomando como base sonora estas piezas, se empezó a trabajar en los movimientos que surgían de los ejercicios de Soundpainting y en cómo estos movimientos podían conectar con las ideas y conceptos que se querían transmitir. Las coreografías fueron creciendo a medida que se practicaban en las sesiones, a lo largo de las semanas, siempre teniendo en cuenta las propuestas de los estudiantes. Este debate y el hecho de seguir un proceso lento y no-lineal, de ensayo/error, sirvió para que experimentaran en la práctica cómo son los procesos creativos.
Paralelamente, al diseño de las coreografías, se llevaron a cabo dos talleres para descubrir las posibilidades de las artes plásticas aplicadas a lo escénico: uno sobre el arte del origami gigante, impartido por videoconferencia por el artista Angélique Cormier (usado en escena en el solo del primer movimiento); y el otro sobre la proyección del trazo derivado del movimiento corporal, tomando como referencia la obra de los artistas Trisha Brown y Tony Orrico (aplicado al segundo movimiento de la producción).

Figura 3. Vista general de la escena en el segundo movimiento, cuando se lleva a cabo el uso de artes plásticas asociadas al movimiento
Fuente: Pau Monfort.

Figura 4. Uso de un origami gigante como elemento integrado en la propuesta de danza
Fuente: Pau Monfort.
Concepción didáctica
El principal recurso didáctico que vehicula esta propuesta es el Soundpainting, como ya se ha dejado entrever en apartados anteriores. El Soundpainting tiene una serie de ventajas que lo hacen muy interesante desde el punto de vista didáctico: en primer lugar, no es necesario tener experiencia previa en ninguna de las disciplinas para poder tomar partido. Evidentemente, si se tienen nociones de tocar instrumentos musicales, de danza, de teatro o de artes plásticas, se podrá trabajar a otro nivel, pero este lenguaje tiene la virtud de poder iniciar al alumnado, desde la práctica, en las diferentes disciplinas artísticas. Por otro lado, se trabaja siempre desde la experimentación y la creatividad, de manera que el error no penaliza, sino que se integra como un elemento esencial (y positivo) del proceso creativo. De esta manera, la presente propuesta se alinea con los nuevos modelos pedagógicos musicales de finales del siglo XX y principios de los XXI: la educación musical centrada en el «hacer música», como defienden Keith Swanwick —«teaching music musically»— y Christopher Small —«la música es una acción: musicar (musicking)»—, así como en el aprendizaje a través de la experimentación y la creación musical, como propone François Delalande.
Además, este proyecto en concreto pone el foco en la expresión corporal desde la perspectiva de la danza contemporánea y la performance. A menudo, la expresión corporal y el movimiento han quedado relegados en la educación musical en favor de la interpretación y la creación musical. El Soundpainting ayuda a enfocar la creatividad en general, y en este caso en la expresión corporal, no desde una visión de expresión espontánea u original, sino más bien desde estructuras acotadas que hacen de andamio y permiten la improvisación y la creación dentro de unos límites, permitiendo de esta manera que todo el alumnado aprenda a improvisar y a crear.
Finalmente, y también con relación a la expresión corporal, se trabajan las artes plásticas como reflejo de la plasmación en dibujo de los movimientos del cuerpo (véase la colección de performances Penwald de Tony Orrico), así como del uso de piezas de origami que se incorporan a la creación escénica en movimiento.
Principales desafíos
El proceso de grabación en vídeo se realizó en plano secuencia, ya que se entendía como una creación escénica única, y con medios técnicos bastante precarios: tres trípodes, tres dispositivos móviles personales y mucha cinta adhesiva. La falta de recursos humanos también complicó la grabación, porque la gestión del grupo, la dirección escénica y el control de las cámaras, así como la posproducción, recayó en un único docente. Estos inconvenientes no hacen más que poner de relieve la importancia del trabajo en equipo y de la codocencia como elementos esenciales para desarrollar proyectos viables en el aula. Por suerte, la propuesta salió adelante gracias a un propósito claro: se debían potenciar las fortalezas (implicación del alumnado) y disimular las debilidades (por ejemplo, a través de la edición de vídeo para seleccionar los mejores planos o el uso del blanco y negro para «tapar» la ausencia de un vestuario diseñado para la ocasión).
Las restricciones a causa de la pandemia hacían imposible una representación en directo con público. Por este motivo, se apostó desde el primer momento por una producción audiovisual a modo de videodanza que se pudiera estrenar en una emisión en streaming, y se aprovechó lo que parecía un inconveniente para implicar a las familias y poder llegar más allá de la comunidad educativa. Además, el canal de mensajería instantánea de la escuela sirvió para hacer promoción del evento. El hecho de poder comentar en directo, mediante un chat, la producción que ellos mismos habían realizado dinamizó mucho la actividad. Después del estreno, la obra quedó alojada en YouTube y se puede ver en el siguiente enlace: https://www.y outube.com/watch?v=6ghwlfM4JB g
Este proyecto supuso un reto importante tanto para el alumnado como para el docente, ya que se trataba de un proyecto de larga duración al que los estudiantes de este centro no estaban acostumbrados. Aparte de las dificultades expuestas más arriba, hay que tener en cuenta que en medio del proceso la escuela sufrió un traslado de instalaciones inesperado, con todo lo que conlleva en cuanto a la utilización de espacios. Esto, sumado a las dificultades de una parte del alumnado de ser conscientes del objetivo final del proyecto, hizo tambalear el éxito de la propuesta.
Principales aportaciones
A pesar de los inconvenientes surgidos durante el proceso, podemos remarcar unos cuantos aprendizajes interesantes recogidos por el camino. En primer lugar, la cohesión de los grupos, que se habían reorganizado debido a la pandemia al inicio de curso, se vio favorecida gracias a este proyecto. En segundo, la percepción del alumnado en relación con esta propuesta didáctica fue positiva sobre todo después de cerrar el proyecto, una vez se había expuesto al resto de la comunidad educativa la proyección del producto audiovisual, y es en este momento en el que gran parte de los estudiantes fueron conscientes del buen trabajo que habían hecho y lo valoraron debidamente. A nivel docente también supuso un desafío por las diversas razones ya aducidas anteriormente. Llevar a cabo esta propuesta también ha servido para hacer patentes las mejoras en el ámbito de evaluación formativa y las carencias que supone no poder trabajar con más docentes de manera colaborativa.
Aunque en cuanto al centro el desarrollo de este proyecto pasó inadvertido, en la fase final de difusión del producto audiovisual sí tuvo mucha repercusión: muchas familias del centro y todo el equipo docente participaron en la presentación y contribuyeron a compartirlo. Además, varios docentes se interesaron a posteriori por cómo se habían llevado a cabo las diferentes fases del proyecto, y mostraron interés por colaborar en proyectos futuros.
Referentes
Thompson, W. (2009). Soundpainting: El arte de la composición en vivo. Revista Eufonía. Didáctica de la música, 47, pág. 77-83