Rincones artísticos

Dinámicas dialógicas para la creación de rincones artísticos

Autora: Sònia Benítez Ferrando

Centro educativo: Escuela Els Encants (Barcelona).
Curso o nivel: Actividades y rincones que se desarrollan en un ambiente (aula) de 24 niños mezclados de 4.º, 5.º y 6.º (ciclo superior).
Duración: Actividades llevadas a cabo durante las dos primeras semanas de curso y posteriormente la habilitación de dos rincones de dos meses de duración.
Agentes implicados (dentro o fuera del centro): Tutor y alumnos.

Contexto educativo

Este proyecto se realizó durante el curso 2018-2019 en la escuela pública Els Encants de Barcelona. Se trata de una escuela creada en 2009 en el distrito del Eixample, concretamente en el barrio de la Sagrada Familia. Tiene un proyecto innovador, que se caracteriza por promover una escuela viva y participativa, con una metodología de trabajo activo y respetuoso con los ritmos de los niños. La mayoría de los niños que van a esta escuela son de familias de los alrededores, aunque también hay un número bastante elevado de familias de otros barrios que han matriculado a sus hijos buscando este modelo pedagógico concreto.

Durante el día escolar se producen momentos de conversación, así como ratos de trabajo con el referente de aula que acompaña al alumnado durante su aprendizaje. También se facilita la libre circulación por los ambientes de la escuela, ocho en total, donde se trabajan las diferentes áreas curriculares. La escuela está formada por tres comunidades: pequeños, medianos y mayores, donde los alumnos de diferentes edades están mezclados y forman parte de un ambiente. Por ejemplo, en los ambientes de pequeños nos encontramos alumnos de tres, cuatro y cinco años juntos y cada ambiente tiene un tutor referente.

Descripción del proceso

En la escuela Els Encants, el alumnado forma parte de una comunidad donde se mezclan tres edades diferentes, lo que hace que al comenzar el curso unos se marchen a una comunidad superior y otros se reencuentran con niños con los que habían compartido cursos anteriores. En el ciclo de mayores implicados en este proyecto, algunos niños de sexto fueron al instituto y algunos que el curso anterior habían cursado tercero subieron al grupo de los mayores y, por tanto, se reencontraron con compañeros con los que ya habían coincidido anteriormente. Por esta razón, durante las primeras semanas del curso escolar se prioriza llevar a cabo actividades, dinámicas y juegos para fomentar la cohesión del grupo, el reencuentro con compañeros con los que hace cursos que no coinciden, y establecer vínculo con los docentes que les acompañarán durante aquel curso. A continuación, se explican algunas de las dinámicas que se realizaron:

¿Tejemos?

Una mañana, durante la conversación con la que comienzan las jornadas en esta escuela, la tutora recibió a los niños leyendo un libro sobre la biografía del artista Louise Bourgeois (Canción de tela. La vida tejida de Louise Bourgeois, de Amy Novesky). Después de comentar el libro, y conocer su vida y obra, se ofreció una caja con diferentes materiales naturales (piedras, piñas, maderas de diferentes tamaños, etc.) y muchos hilos de lanas de diferentes colores, con la propuesta de que individualmente crearan una pequeña escultura con el material seleccionado. En definitiva, se les proponía tejer sus pensamientos, esperanzas y deseos —tanto personales como grupales— en torno al curso que empezaban. Finalmente, entre todos decidieron que tenían que crear una estructura común para poder añadir cada uno de sus trabajos y ponerla en una zona central del aula, de manera que lo que se había gestado en los primeros días les acompañara durante todo el curso.

Figura 1. Instalación Tejemos
Fuente: Sònia Benitez.

Arruguemos

Un día, durante la conversación, la tutora colocó papeles de diferentes formatos, rotuladores y ceras en medio del círculo de alumnos. Al llegar al aula se pidió a los niños que se juntaran con tres de sus compañeros siguiendo la consigna de encontrar un compañero con el mismo número de calzado y otro que tuviera el mismo número de hermanos. Fue interesante ver cómo compartían la información y cómo se organizaban para trabajar en pequeño grupo.

Ya con los grupos de tres hechos, la docente pidió que tomaran un papel y lo arrugaran. A continuación, tenían que buscar qué imágenes les sugerían los pliegues, y consensuar con el grupo antes de dibujarlas sobre el papel. Pasado un buen rato colgaron en el aula los dibujos que habían surgido y que mostraban el mundo creado por los diferentes miembros del grupo.

Figura 2. Imagen de Arruguemos
Fuente: Sònia Benitez.

¡Queremos tener rincones artísticos!

Un día, durante la conversación, el alumnado expresó que le habían gustado mucho las propuestas que acabamos de describir, y pidió poder seguir haciendo otros trabajos similares. Después de dar sus opiniones e ideas, los alumnos y la tutora acordaron crear unos rincones artísticos para trabajar en momentos puntuales o cuando ya hubieran terminado las actividades de otras materias. Estas propuestas están pensadas para hacer de forma autónoma e individual, pero en algunas ocasiones también se pueden realizar en pequeño grupo. Se trata de dos actividades que irían cambiando cada dos meses aproximadamente y que constarían de una ficha con la explicación de la propuesta, material necesario, artistas referentes y una autoevaluación. Estos son algunos ejemplos de los rincones llevados a cabo:

  • Tejemos nuestros pensamientos e ideas

Este rincón proponía combinar fotocopias de imágenes en blanco y negro que previamente el alumnado había seleccionado, buscado en casa o dibujado para luego añadir color cosiendo con hilos y lana. El objetivo era transmitir algún pensamiento o idea, y posteriormente sugerir elementos destacados o modificar la imagen gracias al color de la lana. Para esta actividad se encontraron diferentes referentes como Victoria Villasana, artista mexicana que combina la lana para dar color a sus obras, y diferentes imágenes de creaciones de artistas que elaboran esculturas textiles.

  • Cosemos papeles

Este rincón proponía a los niños tejer pero sin hilos. Disponían de tiras de papel previamente cortadas de diferentes tipos, colores, medidas y grosor. Sobreponiendo y, por lo tanto, tejiendo este papel, podían crear una pieza con formas bidimensionales o tridimensionales. Durante el proceso, además, podían cambiar la composición introduciendo otros elementos que creyeran necesarios: color, otras imágenes, etc. Para este rincón se dio como referente la artista de collage Susana Blasco.

Concepción didáctica

Las propuestas descritas se plantearon de acuerdo con las demandas de los niños que, en las conversaciones diarias, expresaban sus preocupaciones y sus inquietudes e incluso, como en este caso, hacían demandas sobre su proceso de aprendizaje. La pedagogía activa busca que los alumnos sean los protagonistas de los aprendizajes y aprendan haciendo actividades que les interesen. El docente los estimula para que se sientan motivados durante este proceso, cosa que se consiguió con las dos dinámicas iniciales, y mantiene una relación horizontal, fomentando un trabajo cooperativo.

Por eso la conversación es un momento importante. El diálogo, el respeto a los demás y a sus opiniones, así como el hecho de saber esperar, son aprendizajes imprescindibles para el día a día. Además, la conversación es un espacio idóneo para que los niños se expresen y compartan inquietudes, dudas y necesidades, como pasó en esta aula a principios de curso.

El trabajo por rincones, utilizado en este caso en el aula, es una propuesta metodológica que permite al alumnado trabajar de forma autónoma. También les ayuda a aprender a ser responsables, ordenarse y organizarse para llevar a cabo la tarea. Los rincones, además, respetan los intereses y ritmos de cada alumno

Principales desafíos

Por un lado, las propuestas iniciales del gran grupo están pensadas para establecer conexiones entre los niños que empiezan juntos un nuevo curso. Estas dinámicas deben ser lo suficientemente estimulantes para conseguir que todo el mundo quiera participar. Y, por otro lado, el docente debe respetar si alguien todavía no está preparado o no tiene suficiente confianza para hacerlo. Por esta razón, es relevante que las dinámicas sean adecuadas a las distintas edades, respetuosas y que animen a los participantes. El hecho de llevar a cabo actividades plásticas activas y libres pretende que los niños se sientan cómodos y que todos puedan participar sin sentirse observados. El objetivo es compartir un rato con los compañeros y que eso sea la excusa para hablar, decidir, observar, etc. Las propuestas planteadas eran abiertas y permitían al niño crear de forma individual o en pequeño grupo. Es difícil no recurrir a patrones o guiones preestablecidos, que difícilmente fomentan la creatividad o el dibujo espontáneo. Los docentes deben dar oportunidades de calidad para el trabajo plástico, ofreciendo materiales y propuestas de calidad para animarlos y no limitar su trabajo planteando cosas demasiado estructuradas.

Las diferentes actividades de los rincones que se acordaron debían ser propuestas lo suficientemente sugerentes para que los niños las quisieran hacer, pero sobre todo bastante autónomas, ya que se llevarían a cabo en momentos en que la docente estaría acompañando a otros niños. La actividad, por tanto, debía estar bien planteada, con suficiente material de consulta y referentes, además del material artístico para poder llevarla a cabo y evaluarla.

Principales aportaciones

La idea inicial de estas propuestas era crear cohesión de grupo, conocer a aquellos niños que habían llegado nuevos o que hacía un curso que no coincidían. Durante las primeras semanas de curso es importante cuidar estos momentos, buscar ratos para compartir, hablar y sobre todo jugar juntos. En este caso, el juego se producía a través de la expresión plástica, un recurso que en un primer momento en algunos niños (sobre todo en ciclos elevados) puede originar miedo e incluso rechazo.

Muchos niños verbalizan que no saben dibujar o que no les va bien, pero con estas actividades se pretende dar un uso expresivo a este lenguaje, disfrutar y no buscar un determinado resultado final. Compartir experiencias artísticas como las descritas en el aula originó que muchos alumnos mostraran su interés y que pidieran ellos mismos poder disponer de más oportunidades durante la semana para crear de esta manera diferentes rincones artísticos voluntarios.

Cabe destacar, además, el hecho de que sea el niño el que muestre sus necesidades y tenga un espacio seguro para poder comentarlas. Disponer de un rato diario de conversación lo facilita, además de permitir a los niños ser partícipes de la toma de decisiones sobre qué y cómo quieren aprender para que sea un aprendizaje significativo.

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